El Tipo

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Un día conocimos a Tipo, un tipo que sólo sabía decir "Arf" y "Puaj". Sí. Y es que todo aquello que le preguntábamos tenía por respuesta el entusiasta y fogoso "¡Arf, arf!" o el áspero y destemplado "Puaj".

Por ejemplo, si le consultábamos algo como: "Tipo, ¿quieres albóndigas para cenar?" y el tipo contestaba: "Puaj", podíamos tener la absoluta certeza de que el tipo no quería albóndigas para cenar; si por el contrario estábamos en una discoteca de moda y le señalábamos a un par de chicas bailonas, el tipo reía y balbucía "¡Arf, arf!", dándonos claramente a entender su vigoroso interés por las mujeres bailonas de discotecas nocturnas.

La vida con Tipo era sencilla y eso nos agradaba un montón; no había medias tintas con el tipo: o blanco o negro, y así daba gusto.

Estábamos un día en el parque todos juntos y se acercó la tía del tipo. Le agarró del cachete derecho y le preguntó "Tipo, ¿a quién quieres más, a mamá o a papá?". Inmediatamente tipo contestó "Puaj". Al rato nos sentamos con el tipo y entre todos estuvimos explicándole que no a todo se le puede responder con "¡Arf, arf!" o "Puaj", que hay ciertos aspectos de la vida que no necesariamente imponen un blanco o un negro, que hay veces (además de cuando te preguntan la hora o dónde está cierta calle o incluso tu nombre o edad), en las que no puedes responder blandiendo un "¡Arf, arf!" o un "Puaj".

Aquel día tipo aprendió a decir "Pshe...".

Lástima. Ahora tipo ya solo sabe decir "Pshe...".

2 comentarios:

Gloria dijo...

Pse es una muestra atroz de cinismo

Anónimo dijo...

Veo que sigues con ese sentido del humor.... jejeje. He vuelto, después de mucho tiempo. Creo que si te pasas por mi blog (nuevo de trinca) sabrás quién soy. Espero que la boda fuera bien, y espero seguir leyéndote.
Hasta pronto!