Me piro...

Me mudo.

A ver si así me da por darle más al teclado.

Me voy a http://71ca.blogspot.com/

Nos vemos.

Ciao.

Sweet Child O' Mine en el Ganges

Todo el que me conoce sabe que de mayor quiero ser Slash y hasta un poco Axl Rose. Síp, ni bombero ni astronauta, yo lo que quiero es ser un guitarrista de pro. O algo.

Me he encontrado con esta delicia que se han sacado de la manga los Indúes de la India. Da ternurica, de veras.



Visto en Píxel y Díxel

tráteles con amor, que los hijos de puta se lo merecen todo

retrato

Una foto del nene, que hacía tiempo que no ponía.



Y en mis manos (encomiendo mis píxeles -máteneme, háganse el favor-) mi preciosísima y preciadísima y novérrima y reyesmágunosima cámara de fotundras.

iJam

Me encanta.



Por favor, visítenlo. Y miren los vídeos. Me descojono vivazote.

Uno, que es adicto a la manzanica (tan linda, ella), que ya poseyo (sí, qué, a callar todo el mundo que estoy dejando de fumar y hoy no me chista ni Rita) un apetitosísimo MacBook y a pair of iPods.

Y lo que te rondaré morena como al final (at the end, the credits) me contrabandee el sobable iPhone.


Me estoy dando un repelús terrible, dear companions. Lo malo que tiene andar lejos tanto tiempo es que todas las noticias vienen de sopetón, como si uno fuera recordándolas en cada tecla.

mañana, mi último día con mis queridos pitis

Mañana, oh amigos, dejo de fumar. Digamos que voy a poner toda la piel en el pellejo para dejar a estos mis adorables cámeles.

Tantos añicos juntos, compartiendo mis cosunas, privandeces miles, otras tantas alegrías y tristezas... en fin, todas esas cosas que nosotros los fumadores sabemos (y sí, solo lo sabemos nosotros, lo digo de corazón).

Mañana si Dios quiere (y el nene, a fin de cuentas), tendré la suerte de estarme comiendo las uñas de los pies, las de las manos y, seguramente, el 80% de mi despensa.

Con dos cojones, por otra parte. Y acojonaíco vivo, se los juro.

Que Riau reparta suerte.

píntenme de dorado y llámenme óscar

Lo bonitas que son las sorpresas.

Me retoco el pelo y vuelvo en un minutico.

Beixos.

urgencias

Simplemente mirando los pomos de las puertas de los servicios de mi oficina uno sabe (o intuye, cáspita) si están ocupados o no (High Technology).

A pesar de lo complejo que pueda resultar y aún a riesgo de que no se comprenda (vera veratis), voy a tratar de explicarles en qué consiste el engorrosísimo sistema visual que han Inventado + Desarrollado los hijos del Averno para que nos enteremos de algo tan elemental (crucial, claramente) como es aquello de si un cuarto de baño está o no ocupado.

Atiendan bien, compañeros, que el Código de Da Vinci parece un puzzle de tres piezas comparado con este brillante despliegue técnico, oh, intrincado procedimiento de precisión y ajuste:

Si lo que se ve junto al pomo es una franja de color verde... síp, quiere decir que se puede pasar a efectuar el desbroce oportuno. Si por el contrario la mencionada franja es de color rojo... adivinen, especulen, piénsenlo... en efecto, el mensaje, una vez desencriptado, viene a decir que el servicio está ocupado.


¡Rayos y truenos (pensarán ustedes, mal hablados), pero si utilizan un sistema muy similar al de los semáforos!, pero... ¡si quizá se parezca al de los aviones, los barcos, los servicios públicos y demás historias que ahora no recuerdo!

En efecto. Síp. Pero hay un tipo que no lo entiende. Non capito. Niente (nientes mas que hablas). Y es que es tal la virulencia con la que trata de echar la puerta abajo, es tal el énfasis y la ilusión que le pone, que mas de una vez ha conseguido en mí el desagradabilísimo mictionis interruptus.

Y sí, el cachivache estaba rojito. A éste pobre ser le da igual el colorcico del pomo... y hay labores que uno debe realizar en el mas estricto de los silencios. Ñas.

Y yo ya no sé si es que constantemente se está meando (uff) o si es que es más daltónico que aquel mítico César Sarachu (magia previa a Cámera Café).