Así que tal y eso

Bueeeeeeeeeeeeeeeno.

En fins.


Ni sé qué decir. Pensando en cambiar de blog y tal y pascual, pero que no, que al final nada, que me quedo.


De vuelta voy, de vuelta vengo. Al pan zusf y al vino frolo (el ínclito Forges dixit).


Y que conste, adorable público, que sigo sin entender cómo demonios se me ensucian las gafas ni por qué amo con tanta pasión a mi iPod.

Nota: Lo de Nine Inch Nails viene porque fui al concierto con mi hermanica (nos invitó mi señora a ambos dos) y gocé (gozamos, certainly) más que el mismísimo Super Ratón zampando Frosties de Kellog's.
No creo que se haya dado el caso, pero estoy seguro de que hubiera gozado intensamente, el roedor de marras. Olé.