y yo tan contento

Es fascinante. Yo aún diría más, es fascinante.

Cómo puede ser que tenga un follón de tres pares (seis, señores seis, que ando más liao que la sandalia de un romano con las piernas muy largas) y no se me ocurra otra cosa mejor que proyectar mi hilarante histerismo sobre un post. En fin, debería de estar al teléfono montándole un Dios a un par de impracticables seres humanos, pero no, aquí el nene prefiere calmar su alma (soy un junco hueco, soy un junco hueco... que decía Kung-Fu) vomitando estupideces. Puesto a ello, actualizo historias:

1- El Hogar. Acaba de llamarme Javier (el flanco 1 de aquel aquel mísero post) y me cuenta que ya ha terminado con el baño. Ésta tarde (noche, qué coño, que me quedan aquí horas, y más si sigo haciendo el idiota con el blog) trataré de pasarme por allí para comprobar que: uno, ha instalado una bañera; y dos: que no la ha colgado del techo. Mañana por la mañana debería ir con él a ver dónde vamos a colocar las luces del salón. O confiar en que mi señora madre le dará las instrucciones correctamente y en que él será capaz de interpretarlas... dibujaré un pequeño y simple plano para evitar más confusiones. Por otra parte, los hijos de muchas perras de IKEA (concretamente los instaladores que tienen subcontratados) no se han puesto en contacto con nosotros para informarnos de cuándo les va a salir del paquetín acercarse para arreglar el curiosísimo puzzle que dejaron en la cocina. Mañana se les llama y, con todo el candor del mundo, se les menta hasta a Rómulo y Remo.

2- La Boda. Sólo un apunte: Hace tres semanas le facilitamos al del restaurante del pueblo el teléfono de un cátering cojonudo para que pudiera arreglar una serie de historias. El tipo descubre que el teléfono está mal y HASTA HOY (que le he llamado yo) el champion no nos ha dicho nada. Qué ganas de estrangular tan grandes tengo, dita sea.

3- Escatological Geographic. Ayer por la noche, a sabiendas de que está un poco prohibido, saqué a Café por el porche de casa (llovía y ninguno de los dos queríamos mojarnos, la verdad). Estaba allí tan contentito yo, disfrutando de un piti nocturno cuando siento cómo un eflubio me llega pidiendo paso hasta el borde ortil (naturaleza viva, qué le vamos a hacer). El caso es que, previa comprobación de la no existencia de moros costeros, dejo escapar el sonoro gas con un regodeo cuasi pecador (...cuánta satisfacción en un acto tan primario e íntimo, ay). Cuál es mi sorpresa cuando, desde el porche de en frente, oigo el taconeo y veo a la consiguiente señorita de no más de 20 dirigiéndose a su casa con un descojone encima más que considerable. Y es que se da el caso de que el porche de casa de mis señores padres linda con el porche de los vecinos (que el nene por supuesto no había revisado antes de la rajadiña), y que la única separación entre uno y otro es una verja algo más resistente que la de una granja gallinera. Argh. Rojo como el culo de un mandril. A punto estuve de echarle la culpa a una perra que no pesa más de seis kilos, la pobre.

4- Aviones. En un rato voy a Barajas a buscar a Mer, que llega destrozadita después de dar cien mil vueltas por ésta España nuestra a cuenta del curro. Como no hay niebla (se ve menos que por el retrovisor de Farruquiting), veremos a ver la hora en la que toman tierra.

5- A lo mío. Me dejo de chorradas y sigo currando.

8 comentarios:

Amaia dijo...

Me ha gustado el post .Yo aún diría más, me ha gustado.
;D

José Moya dijo...

Buen post, sí señor. A ver si la próxima semana le dedico más tiempo a leer vuestros posts y menos a tonterías como "conseguir que ncftp me haga una copia de los archivos de mi sitio web sin colgarse para que yo pueda ver dónde está el error en el código php de la traducción de xoops statistics"

Blanche dijo...

poco a poco... joe, sigo sin imaginarte casado.. tienes a mi hermana destrozada (jajaja) besotes Tb a café y a mer.

Anónimo dijo...

Ay, pero que bien escribes, en cuanto tenga un minuto y ganas te pongo un linki, que no me se olvide.

Miss Kubelik dijo...

Pobriño... razones de más para no casarse y no irse nunca de casa de los padres, hacer ciertas cosas en el baño... jajaja

Anónimo dijo...

Ese sentido del humor malhumorado, jejeje... qué bien me hace sentir. A mí también se me acumulan las cosas hasta explotar (exceptuando los gases, vaya capítulo de peli llanqui, buf) pero no te preocupes. Es temporal. Cuando llegues al "Día Después", estés casado y tengas tu casita arreglada y todo, echarás de menos el estrés. (No me lo creo ni yo, pero es para darnos ánimos conjuntos. No, en serio, os está yendo muy bien, por lo que leo).
Vigila a tu alrededor la próxima vez, ¿eh? jejeje...
A.

Gloria dijo...

Igual te convenía un menú de burriking (digo)

Anónimo dijo...

Actualiza un poquito no....