colganding por las pencas de ardoz

De Torrecilla en Cameros (y olé) he hablado en un porrón (alegórico, por cierto) de ocasiones. Bien, éste fin de semana, estando por allá gozando entre otras muchas cosas de lo que comentaré en el siguiente post del día (¡ja! estoy que lo tiro); comidicas (copiosísimas), jaleo (el justo), añoranzas (inevitables, amargas y al tiempo muy tiernas) y amigos, se nos echó encima el maldito domingo.

El caso es que, preparando la marcha hacia estos nuestros madriles, al sacar las maletas hacia los autos, nos encontramos con la siguiente obra de arte en la puerta de casa.

What is this? Se preguntarán, oh, políglotas o polígonos lectores (redondo estoy, por cierto, en plena dieta me pillan). Sito en la plaza de nuestra casa (plaza de casa de Joe también), hay sendos arbolicos recién plantados que, sumidos ya en su ardua adolescencia (cuál no fue dura, digo), están queriendo ser algo esta próxima primavera.

Pues bien, nuestros adorables vecinos han decidido que muchísimo mejor que como árbol, están como tendales. Obsérvese que debajo del enjambre de bragas y calzoncillos de color mas que dudoso, hay un árbol, en serio lo digo.

Se me queda el corazón en un calcetín, oigan.

1 comentario:

chuliMa dijo...

uys..arbol tendedero con proteción triangular..¿Será pa que no se vuelen los cucos?

interesante su blog, con su permiso voy a darme una vueltica más a menudo
:-) Shaluditos