london calling

Londres, Portobello.


Un cerro de gente paseando, mirando, comprando, charlando, alardeando, gritando, enseñando, puliendo y, seguro que sí, cantando. Paseamos encandilados (es lo que tiene Londres para mí -y particularmente ésta zona- además de otro centenar de cosas que ahora no vienen al caso) rebuscando entre los miles de enseres y artefactos que se van apareciendo entre los puestos, mantas, mesas y tiendas aquel o aquellos que harán diferente ésta nueva visita a la capital del punk, lo histriónico, el mejunje de razas, el humor requemaduno y la flema.

En la confluencia de no sé qué calles escuchamos una voz femenina cantando acompañada de una guitarra acústica. Me gusta y pido a mi señora y a mi hermana (a quien hemos ido a visitar -ya volvió, ella, que llora aún por su despedida de la Gran Bretaña-) que se separen del puesto de collares, pulseras, pendientes, anillos y demás batiburrillos que vayamos hacia allá. Nos encontramos a una mucháchida bien linda dale que te pego al cante, lara, lara, lara. A su lado, espanzurrado y fumándose una cosilla aderezada con aquellos bienes con los que Dios tuvo a bien bendecir nuestra tierra, está el clásico socio feliz que se entretiene colocando los correspondientes CD's alrededor de la señorita de marras. A mí me mola cómo canta la chica, qué le voy a hacer, así que le digo al Cásper en cuestión que me de un CD y que cuántas pounds me cuesta la joke. La cosa no sale tan bien como esperaba de una tipa que canta en Portobello (hay cientos de seres humanos demostrando sus dotes por allí, ya sea cantando, haciendo malabares o el pino puente), pero pago satisfecho las 18 librinas y recojo mi ejemplar.

Empiezo a extrañarme cuando compruebo que la edición del CD tiene bastante mas calidad de la esperable (lleva las letras de las canciones impresas y hay unas cuantas foticos de la tipilla en el libreto, el estampado del CD tiene franca calidad e incluso la caja tiene un diseño un poco diferente); me escamo un pelín mas cuando veo el origen de la grabación, Australia; y ya es el colmo cuando veo el sello de la distribuidora MGM (no confundan con la marca del león aquel de las pelis antiguas), que sé que es importantillo. En los pocos segundos que transcurren desde que recibo el cambio, termino de comprobar la calidad de la grabación y sonrío a la cantante, ésta ya ha terminado con el tema de marras y está bajándose de su pequeño atrio para darme las gracias ("grasias", dice cuando sabe que soy español -epa-).

Nota: Soy asquerosamente tímido con los seres humanos a los que admiro o pudiera admirar. Ejemplaco: hace unos meses, cuando solicité expreso la mano de mi señora esposa, compartí hotel con D. Arturo Pérez Reverte (y olé); muy a mi pesar, en los cuatro días en los que coincidimos no me ví capaz de decirle ni "hola, señor mío, me gusta cómo escribe usted", y más cuando encima me estaba leyendo su última novela -de entonces- "El Pintor de Batallas", con la que sinceramente estaba disfrutando enormemente.

El caso es que la señorita me plantó un par de besos y me preguntó si quería que me dedicara el CD. Claro, dije yo, mil gracias, encantadísimo. Repito que estaba nerviosuno. Cuando la tipa me preguntó el nombre yo respondí "Juan", claro. Me miró con gesto un pelín apurado, lo que consiguió apurarme un poco más a mí, y me pidió que lo deletrease. El nene, espetó "Lli, lliu, ei, en" y ella alzó el boli y garabateó cualquier cosa; me entregó el CD, volvió a darme las gracias y nos marchamos tan contentos. Al abrir el CD me encontré con lo siguiente:

TO GUAN, LOVE & BLESSINGS.

Es lo que tienen los nervios. Síp.

Per certum, la señorita en cuestión se llama Sue-Anne, y el disco es Vivid. Muy agradable.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Joerrrrrrrrrrrrrr, cómo suenaaaaa, está de putísima madre!!!!!! yo quieroooooooooooo!!!!!!!!!!!

Besos desde el cálido sur.

Gloria dijo...

Que nooooo, que no te has enterado que era "to 1", o sea, al primero que me compra el CD, peor en el cheli londinense se dice "guan"

juank sinclair fantoba dijo...

edryas, juas!! no creas, que lo pensé!!!

pepsilo, en serio, el disquillo merece la pena...