del sexo y del frío

(Ayer, 12 de diciembre de 2006)

Estoy esperando en la puerta del restaurante en donde he quedado a comer con un buen amigo.

Como soy un tipo inteligente (oops), sagaz (como Sam -perdón, perdón-), vivo, listo, perspicaz, intuitivo y lúcido, me he dejado el abrigo en la oficina (síp. Desarrollo consecuencial y prehistórico en la mente de sinclair a las 14.05 mientras mira por la ventana de la torre del laburo un segundo antes de bajarse a comer: si sol, no frío -solo faltó el unga, unga-. Elemental, querido Watson. Como ya imaginarán... hace un frío que pela. Cachis la mar).

Fumo de tal manera que podría hacerlo por los tres agujeros que tengo en la cara al mismo tiempo y a Dios pongo por testigo que podría seguir siendo feliz. Y como hace frío, el nene fuma MÁS (sí, sí que cabe).


Un par de niñarracos de trece años (se nota que son trece, oigan, no me lo nieguen) está a mi lado hablando de las troncas de su clase. Uno viste un brillantoso pero masticado chándal azul marino, zapatillas inconmensurablemente grandes, bomber negra con varios escudos que no identifico plantados en pechera y ambas mangas, tres suculentos pendientes en una oreja y el pelo a cepillo / cresta embadurnado de gomina y/o grasa corporal afecta y ya cariñosa con su portador; si todos los anillos que lleva en ambas manos fueran de oro (intuyo que son metálicos), bien pudiera arrancarle los diez dedos y marcharme a Brasil a vivir como el Puto Amo. El otro luce unos aparatosos vaqueros con el tiro por debajo de las rodillas (mi querido Diegurris, si lees esto, que sepas que los hay que pueden llevarlo mas bajo que tu), unas zapatillas que creo exactamente iguales a las del colega del chándal y una sudadera gris con capucha en cuyo frente puede intuirse a un diablillo mal dibujado sacando el dedo anular a pasear. El infante masca chicle con tal fruición que parece capaz de arrancarle el cuello a una hiena. Lo que mas me llama la atención de éste último es el tamaño de la cadenilla que lleva enganchada en una de las trabillas delanteras del pantalón, que bien pudiera ser aquella que sujetaba el ancla del Titanic.

Mas allá de la indumentaria (habría que verme a mí los días pares, o las mañanicas de resaca, que parezco ya no daltónico, sino que me pretendo un cuadro del señor Warhol), lo interesante es la conversación que se sucede:

- Crestas: La Vane está para chuparla de todo.
- Di Caprio: Juas, juas, juas
- Gollum: Ya ves tío, a lo bestia... hmph, hmph! (onomatopeya que puede ir acompañada de una mano en alto y la otra azotando al aire a la altura de las partes pudientes/endas)
- Boomer: Yo me la follaba pero ya, tío.
- Mohicano: El Rafa dice que se la folla cuando quiere (ras, ras, ras).
- Thermomix: Yo no la meto donde la haya metido el Rafa ni de coña, man (síp. Man, en plan "meeeen", muy hiphopero).

La conversación, que sigue por esos lares, va aderezándose poco a poco con cada vez más virtudes / ofertas / posturas de las que la Vanessa es capaz de realizar (mucháchida que oigan, debería cobrar por la cantidad de cosas que sabe hacer, al menos impartiendo clases). A medida que va transcurriendo la conferencia, aquello se va convirtiendo en una peli porno bien baratica contada por el Neng de Castefa con un cangrejo en los testículos ("y la cojes, tío, la das la vueeeeelta, y la pones, con las manos asíííííí, y le das zumbequeeeee..."); la excitación de ambos está tan disparada que los gestos son inconfundiblemente el índice del Kamasutra (long version). En el momento en el que estoy convencido de que el de la cadena se va a tragar el chicle de los gritos que está dando, aparece en escena el aparcacoches del restaurante de al lado al que voy, que por lo visto lleva escuchando la plática más tiempo que yo agazapadillo (recordemos el frío que hace) en un soportal cercano.

- Aparca: Niños, que si queréis pasar a pelárosla al baño, me lo pedís por favor, pero ni se os ocurra sacaros la minga aquí a darle que a mí me echan.

Como ya imaginarán, los dos chavales mandaron a tomar por culo al generoso aparcacoches (así estamos, mes amis, educatio maximae por culum anden) y por fin cambiaron de de tema.

Yo, peladico de frío y fumando intensamente, casi me ahogo de risa, de corazón.


Nota: Hacía muchísimo que no escuchaba a alguien decir "minga". Me encanta.

8 comentarios:

JdMolay dijo...

Pimen, que gusto leer un post de semejante extensión y fácil y entretenida lectura.

Que mejor forma de calentarse la de esos chavales que sus, tristemente para ellos, fantasías sexuales?

Como siempre, un gusto leerte

Anónimo dijo...

jajajajja, al menos tuvieron la habilidad de hacerte olvidar el frío en esos instantes, ¿a que sí?

Gracias por tu comentario en mi blog, con tu permiso yo también te enlazo ;)

Un placer leerte.

Besos desde el cálido sur.

Gloria dijo...

Ya he comentado alguna vez que me encantan las historias de adolescentes y más las historias contadas por adolescentes. Lejos de pensar que son una panda de salidos e ignorantes, me da ternura.

Anónimo dijo...

Primero: comunico oficialmente que no he cometido actos sexuales con la señorita de marras, alias "la Vane"

Segundo: Esas conversaciones entre la fauna autóctona de nuestras calles que tan bien ha retratado en unas pocas líneas ocurren durante todo el año, por lo que dudo de su función termorreguladora.

Tercero: yo también me he reído con la historia, y con ganas.

Anónimo dijo...

Oye, no es de lo más normal hacerse pajas entre amigos?

Desafortunadamente a mí nunca me pasó eso. Y el de los anillos podría hacer unas pajas con alhajas, por ejemplo.

Anónimo dijo...

Cosas por comentar:

1. Partida de risa que me he pegao con el post. Son las hormonas, combinadas (muy desafortunadamente) con la falta de cultura y mundo de toda clase. Como dicen en mi pueblo, "qué lle queres?" qué le vamos a hacer ( aparte de sacar la AK-47 y esas cosas).
2. Partida que me he pegado tmbién con un comentario tuyo en mi blgo que acabo de leer por casualidad (¿Cómooooo? ¿Por casualidad?!! ¿Por qué no avisaste?) sobre la abuela septagenaria (bonito palabro, si existe) de tu amigo. Reacción instintiva de menda: fuck, it's a classic.
3. Repitiéndome: hormones, sweet hormones... Cuán dulces son los amores de adolescencia... (ejem)
4. Repitiéndome (part two): hacía tiempo que no me reía tanto. Y no es un decir.
Sin duda, eres una de ls voces que me inspiran en el exilio (hasta que muera sin pena ni gloria. Qué "chungo". "Minga" y "chungo" son de esas palabras que... en fin... me encantan)
Un abrazo,
A.

Anónimo dijo...

que? te encanta la minga?.....jajajajajajaja. Pues de lo que entendi (ya ves que no usamos los mismos modismos aqui) los chicos si que son aventados, no se, tal vez soy media anticuada, pero nunca oi que f¡hicieran eso de hacerse pajas entre amigos....mmmmmm pero lo investigare, jejeje.
En fin, que ni conversar cerca tuyo podre que luego lo sales publicando aqui y yo quedaria como chaleco d mono, jajajaja
Cuidate mucho, gracias por linkeaste y por como me linkeaste, quedo bonito!!

Anónimo dijo...

Plasplasplasplasplas...!!