Esta mañana una señora le ha soltado un guantazo a su hijo de cinco años en el bus, después de amenazarle (eso sí, muy diligente ella) con tirarle de las orejas hasta la luna.
Y digo yo que el crío quizá prefiere estar en la luna con las orejas de Dumbo (tengan en cuenta que, dada la poca gravedad que allí hay, un par de orejas-palangana no serían tan molestas como cabe imaginar) que andar recibiendo arrechuchos de su encantadora madre.
Menos mal que nada mas aterrizar por estos lares me he encontrado con esta delicia...
Por cierto, el niño simplemente estaba silbando en bajito mientras miraba por la ventana que a él debería parecerle inmensa. Nada mas.
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4 comentarios:
Me has recordado a una escena de este finde pasado, donde en una cola de comidas para llevar una madre no paraba de regañar al niño por apoyarse, hablar con la niña de al lado, por moverse, por cualquier cosa!! Verdaderamente estuve a punto de tirarle de las orejas hasta la luna..., a la madre, claro.
Genial lo del patinaje.
Señores... no puedo hacer otra cosa que no sea discrepar.
Que si, que a lo mejor los susodichos cuellicortos, en ese momento, no hacían nada.. lo admito, pero quién sabe cuánto había tardado la susodicha madre en convencer al sujeto para que se levantara, desayunara, se vistiese, dejase de pegarse los mocos al niki recién puesto, no pasase el camioncito por encima de la galleta y otro sin fin de cosas similares que hacen esos serercillos, a veces, entrañables?
Ah! eso no lo sabemos. Algún que otro coscorrón no hemos llevado todos, y andamos , por lo menos mis conocidos, bastante bien de salud mental, así que no sobreprotejamos a esos seres cuellicortos, que ni tanto ni tan clavo.
Amos digo yo ..
Escribe algo nuevo, anda...
Es que ya me he aburrido de patinar!!!
Yo hezo
Tú heces
Él hece
Nosotros hezamos
Vosotros hezáis
Ellos hezan
Un saludito Juan.
Me encanta tu rincón
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