sístole y diástole

Como todo el mundo sabe, en España ya no se fuma (tampoco) en las oficinas.

Como también sabe todo ser humano situado a menos de diez metros del nene, no estoy fumando en la oficina. Porque no me sale de los huevos (y por la multa y porque no se puede, qué coño, joder, qué pesadito me tengo ya con tanta historia). Y sí, estoy a punto de comerme un cigarro. Y lo que aún puede ser peor, que creo que me gustaría masticarlo, saborearlo y tragarlo. Degustarlo, en definitiva. Incluyendo papel y boquilla, como un campeón.

Maldita y rascante insistencia la de algunos. Sé que es lógico y que lo único que hay es buena intención (en la mayoría de las ocasiones, que hay algún maricón al que le gusta sentir el sufrimiento ajeno), pero argh y reargh: que qué tal lo llevo, que es más fácil de lo que parece, que mejor para mi que así fumo menos, que lo que voy a ahorrar, que lo que tal y que lo que pascual. Dejadme, por favor, el nene prefiere disfrutar solo de su humillante y dependiente agonía. Ole, me exhorto y azuzo. Muy bien, chavalote, con dos cojones y un palito (palón inmenso, me digo a veces para mas loas propias). Plas, plas, plas, me auto palmeo la espalda. Lo que vales, machote. Que le den por el saco a las necias de Loreal, vaya. Pero es lógico que los compañeros animen, me digo en los lapsos de sosiego (que haberlos haylos, per certum).

La pobre Nuria, que es un solete y por lo menos parece la madre de los 75 que curramos en la planta me ha escuchado blasfemar e invocar a lucifer, cagarme en él y en su compadre celeste. Se me ha acercado con su sonrisa de aypordiosminiñonosufras y preguntando: -"¿Qué tal estás, mi chiquillo?", "Hasta la punta del pijo, Nuri, hasta la punta de mi gran pijo"-. He pedido mil millones de disculpas, claro.

En fin, como diría Kung-Fu, soy un junco hueco. Y mi pobre Mer, aguantando al nene cual encantador está. Ays...

1 comentario:

Gloria dijo...

Te pondré un poema mío (y ya que estoy me promociono, ¡comprad mi libro!) Aunque está en mi blog:

"Sístole y diástole
no son más que ensayos.
Cuando el mecanismo
está perfeccionado
llega la prueba
definitiva"