mañana, mi último día con mis queridos pitis

Mañana, oh amigos, dejo de fumar. Digamos que voy a poner toda la piel en el pellejo para dejar a estos mis adorables cámeles.

Tantos añicos juntos, compartiendo mis cosunas, privandeces miles, otras tantas alegrías y tristezas... en fin, todas esas cosas que nosotros los fumadores sabemos (y sí, solo lo sabemos nosotros, lo digo de corazón).

Mañana si Dios quiere (y el nene, a fin de cuentas), tendré la suerte de estarme comiendo las uñas de los pies, las de las manos y, seguramente, el 80% de mi despensa.

Con dos cojones, por otra parte. Y acojonaíco vivo, se los juro.

Que Riau reparta suerte.

píntenme de dorado y llámenme óscar

Lo bonitas que son las sorpresas.

Me retoco el pelo y vuelvo en un minutico.

Beixos.